Caronte, es el barquero del Hades, el inframundo incontrolable. Caronte es quien traslada de un sitio a otro, a los recién fallecidos, y lo hace a través del río Aqueronte, eso si… siempre que el difunto lleve una moneda (un óbolo) con el que pagar su viaje definitivo.

Para todos los que no sois de libros, o de lecturas clásicas, lo podéis ver sin esfuerzo en algunas películas, como esas a las que a los muertos les ponen dos monedas en los párpados de los ojos. Troya, es una de ellas.
Pero en los libros, recuerdo leer que en la Antigua Grecia, a los cadáveres los enterraban con una moneda !bajo la lengua!. Aunque no se vea, es una gran diferencia.



Para mi, el Caronte griego, no es más que una copia del Dios egipcio y su eterna barca que todos los faraones enterraban en sus lujosas tumbas. Sin barca y sin barquero no llegaban a su paraíso.

​

Yo no se si cuando duermo soy pasajero de Caronte, a veces tengo esa sensación por los viajes que realizo, no llevo moneda alguna para así obligarlo a dejarme "en tierra" pero veo maravillas, que no son de este mundo, percepciones de lo lejano; ya no pasamos por infiernos ni batallas, solo subo a bordo de la barca de "Los Imposibles". Hace unos días estuve en el paraíso del Gran Salvador Dalí, no estaban permitidas las fotos, pero guardé las imágenes en mi memoria y he sido capaz de hacerlas visibles. Aquí os las dejo, se que os gustará mi paseo.